Preparación para el esquí: El Calentamiento
Es obvio que el calentamiento en esquí de montaña se puede realizar en la subida con lo que el calentamiento en el descenso estaría ya realizado, pero en una sesión dentro de un curso de esquí de montaña en el que se utilice la estación de esquí, para la realización de la técnica gestuales descenso o en el esquí alpino, sería interesante el realizar el calentamiento y tomarlo como costumbre, además en situaciones especiales de días muy fríos y a lo mejor de paradas prologada antes del descenso no estaría de más el poder realizar una serie de ejercicios de calentamiento.
El objetivo del calentamiento no es otro que el poder preparar al cuerpo para la realización de un ejercicio, este conjunto de actividades de preparación, está pensado para desarrollar de una forma más optima al deportista en los ámbitos del rendimiento físico, técnico, táctico y concentración. Sin olvidarnos de su función terapéutica que es la prevención de lesiones.
Los aspectos más físicos preparan nuestro organismo desde el punto de vista cardiovascular aumentando la frecuencia cardiaca y el aporte de oxigeno a los músculos. Con movimientos articulares suaves aumentamos el calor necesario para las funciones metabólicas de los músculos favoreciendo sus contracciones y mejora los sistemas coordinativos de nuestro gestos técnicos posteriores.
Una vez terminada la fase de acondicionamiento físico pasaremos al calentamiento más específico a base de bajadas a velocidades reducidas en donde se realizan correcciones o ejercicios educativos. En esta fase se focaliza la atención sobre aspectos aprendidos en sesiones anteriores y en la adaptación al material y las condiciones de la nieve. La duración de esta fase no debe de ser mayor de dos descensos y debe de ser un trabajo individual de cada uno en el que busque sus correcciones personales y sus sensaciones.
Los aspectos más psicológicos de la táctica los vamos a mejor una vez tengamos una información de las condiciones existentes y un recordatorio de los gestos técnicos esto se traducirá en seguridad en nuestras acciones, además de poder afrontar de una forma más objetiva cuales serán los descensos más apropiados desde el punto de vista táctico.
No debemos perder de vista que la función primordial del calentamiento es la de evitar las lesiones, cuando comenzamos una jornada de esquí la temperatura de nuestro cuerpo es muy baja debemos aumentarla para que los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones estén bien vascularizados y se encuentren en las mejores condiciones de estiramiento y contracción así como de amplitud de movilidad, de esta manera evitaremos roturas de nuestros músculos en ejercicios que requieran un intensidad importante y que cuando una caída nos sorprenda nuestras articulaciones tengan la amplitud necesaria para poderlas soportar.
Fases del calentamiento específico para esquí
1. Fase de activación cardiovascular y respiratoria
Sin Esquís .El Objetivo de esta fase consiste en poner en marcha es sistema cardio vascular con ejercicios en los que predomine el trabajo aeróbico como trote suave en el sitio, juegos de lucha o persecución, ejercicios de saltos suaves etc.
2 .Fase de movilidad articular
Sin Esquís. Desde debajo de los pies a la cabeza retrata de mover las diferentes articulaciones con ejercicios de rotaciones o círculos con el objeto de darles la temperatura necesaria a las articulaciones.
3. Fase de estiramientos
Todos somos conocedores de un sin fin de ejercicios de estiramientos, pero requieren de una ejecución exquisita en lo que se refiere al tiempo de cada estiramiento y a su ejecución, debemos realizarlos en una primera fase sin esquís y posteriormente con los esquís puestos ya que suponen una excelente herramienta de apoyo.
4. Fase de potenciación
En esta fase realizaremos ejercicios parecidos a los de la ejecución principal de la sesión, parecidos en intensidad y gestualidad en donde podemos dar pistas técnicas y intuir la regulación de los movimientos que nos serán requeridos.
5. Fase especifica
Comenzaremos esta fase con un descenso continuado a velocidad suave y por una pista fácil en donde realizaremos un recordatorio de las técnicas anteriores y una adaptación a las condiciones de la nieve seguido de un aumento moderado del ritmo y velocidad de esta forma pararemos un poco la ansiedad que suscita el estar con el esquí y no comenzar a esquiar. Posteriormente realizaremos un segundo descenso de forma individual o por parejas en donde se marcaran ejercicios educativos y correctivos de forma analítica y personalizada para cada esquiador, después se podría pasar a una tercera bajada para el disfrute y a continuación iniciar la sesión propiamente dicha.