Barranco Boca del Infierno
Nos encontramos en el Valle de Hecho, un enclave espectacular que nos ofrece multitud de opciones para disfrutar en la naturaleza, entre ellas esta actividad que describimos hoy, el descenso del Barranco Boca del Infierno. Barranco bien escavado en la roca y profundo que nos introduce a las entrañas de lo que podría ser un mundo subterráneo.
Se trata de un barranco de aguas bastante frías, por lo que una buena recomendación puede ser el aprovechar los días de altas temperaturas para su descenso, también sumamente resbaladizo, lo que hace que la precaución en su progresión ha de ser muy cautelosa y si a esto le sumamos que durante una gran parte de los días del verano sus aguas se tornan de un color cobrizo que no nos permite ver el fondo conseguimos un coctel de ingredientes que aconsejan afrontar este descenso con pocas prisas y mucha precaución. no acaban aquí las dificultades, sino que al tratarse de un barranco por el que discurre un gran volumen de agua, habrá que afinar con el momento en el que decidimos realizar el descenso, puesto que tras las lluvias o con un caudal demasiado elevado las consecuencias podrían ser terribles.
Desde el centro de interpretación del Megalitismo apenas tenemos 20´de aproximación a pie por la carretera hasta el comienzo del barranco, un descenso de 2h horas y un corto retorno de apenas 10 minutos.
El rapel más grande de este descenso es de 12 metro, pero los más atrevidos podrán saltarlo y así vencer sus miedos y vivir una experiencia que no olvidaran, adrenalina a raudales es lo que te ofrece este descenso, diferente a cualquier otro que hayas podido practicar por la zona.
El barranco comienza por un descenso desde la carretera por una senda muy corta y vertical en la que habrá que tener precaución con no resbalar y evitar el tirar piedras a los compañeros que tengamos por debajo.
Una vez en el cauce del río nos dejaremos mover y desplazar por la fuerza del agua y así poder sentir la envergadura de este descenso. Numerosos toboganes en los que tendremos que tener precaución para no engancharnos con ningún pie y algunos saltos, nos irán poco a poco acercando a la parte más encajonada del descenso y espectacular, podemos decir que este barranco va claramente de menos a más, aumentando progresivamente las emociones y zonas deportivas que iremos superando.
Tras un estrecho pasillo encajonado, y un tobogán con sorpresa final llegamos al primer plato fuerte del día, que no es otro que un inmenso bloque empotrado entre impresionantes paredes verticales desde el que podremos saltar 12mts al vacío o rapelar a las inmensidades de lo desconocido.
Este es un salto solo apto para valientes que no permite errores pues la altura es lo suficientemente importante como para hacernos daño en el caso de no ejecutarlo correctamente.
Poco después una zona delicada con caudales elevados en la que tendremos que cruzar la vena principal con mucha precaución, para llegar al punto que da nombre a nuestro descenso "la boca del infierno". Singular lugar que a través de un salto de 7 mts nos deposita en un profundo oscuro y larguísimo pasillo en el que apenas penetra el sol. Si nos giramos y vemos el salto realizado podremos intuir la boca abierta del diablo con la lengua enrojecida por el color cobrizo del agua.
Una vez atravesado el espectacular pasillo, el barranco se abre dando entrada a los rayos de sol y la luz, poco después sale una senda a mano derecha reforzada por la gente de los pueblos para venir a bañarse a las pozas que nosotros gustosamente usaremos para salir del barranco y regresar al centro de interpretación del Megalitismo, donde podremos reponer fuerzas con sus espectaculares platos combinados en un paraje sin igual, donde con un poco de suerte y paciencia podremos disfrutar del increíble vuelo del águila culebrera jugando con las corrientes de aire sin necesidad de batir sus alas.