Clases Esquí fuera de pista
Como cada invierno los amantes del esquí tiene una cita con las montañas, este año un poco más retrasado pero al final llega las ansiadas nevadas. El esquí de fuera de pista es decir en terrenos no balizados y con nieves no tratadas (no pisadas por las maquinas) supone una de las mejores experiencias del esquí, en esta modalidad se aglutinan aspectos técnicos y de seguridad que hacen que sea el mayor nivel técnico de la enseñanza del esquí.
En infinidad de ocasiones grandes esquiadores de pista los ya conocidos que, bajan por todo, se llevan una desagradable sorpresa cuando inician su andadura en el fuera de pista, sintiéndose como la primera ver que empezaron a esquiar, me cuesta girar, los esquís no me responden ,tengo poco equilibrio, me canso enseguida, tengo miedo a la pendiente y la nieve...Para mejorar estos aspectos es imprescindible el contar con unas cuantas clases en esta modalidad que nos ayuden a comprender y a mejorar estos aspectos técnicos, además de reducir notablemente el tiempo de aprendizaje.
Las clases de esquí de fuera de pista, tienen que ser dadas por profesores especializados, que nos instruyan en las mejoras técnicas así como en los aspectos de seguridad, ya que nos encontramos en terrenos que son salvajes, es decir que no son transformados por el hombre como es el caso de las pistas y estas sometidos a dos grandes riesgos las caídas y las avalanchas.
Realizar un curso en donde se aprendan los diferentes tipos de virajes específicos del fuera de pistas, al inicio del aprendizaje hace que ganemos tiempo y mejoramos en nuestro empeño de controlar los fuera de pista y no cometamos aprendizajes de gestos erróneos que nos limitaran en nuestra técnica en las nieves mas difíciles y las pendientes más fuertes, de esta manera tendremos controlado uno de los riesgos de esta modalidad que es las caídas.
El curso seria incompleto si al final del mismo solo hiciéramos esquí de fuera de pista en las zonas cercanas de la estación en los espacios del dominio esquiable. Hay que realizar al final del curso el gran descenso el bautismo del esquiador fuera de pista, en una zona donde nos alejemos de la estación y nos encontremos en los espacios reales del esquí de fuera de pista donde, no solo es necesario la técnica sino también el saber leer el terreno para ubicar los mejores sitios de reagrupamiento, así como la orientación del descenso y el gesto técnico en función de las diferentes inclinaciones y tipos de nieve. Este descenso también nos prepara para los aspectos psicológicos tan importantes a la hora de la realización de la técnica.
La preparación previa, un aspecto importantísimo de seguridad, como saber leer un BAP (Boletín del Peligro de Aludes) con el podemos prever la estabilidad del manato su espesor y su calidad en las diferentes vertientes y alturas, los cual nos dará como resultado unos sistemas de progresión en grupo que son muy necesarios a la hora de esquiar en estos terrenos con el objetivo de no sobre cargar el manato en exceso, así como el poder estará atentos a las inclinaciones de las pendientes más propicias para las avalanchas y saber trazar líneas seguras. Estos conceptos son tan importantes aprenderlos como saber hacer la realización del viraje, y solo los profesores especializados son los que están al nivel de poder dar unos contenidos a apropiados y reales.
Otro aspecto de la seguridad que se debe de conocer en los cursos de fuera de pista es el uso de los ARVAS (aparatos para el socorro de sepultados por las avalanchas) conocer sus protocolos y su uso en una búsqueda es vital para aquellos que quieren esquiar en el maravilloso mundo del esquí fuera de pista.
En definitiva unas clases de esquí fuera de pista es mucho más que aprender una técnica concreta, es además conocer el entorno de la nieve y saber lidiar con él, ahora eso si una bajada por un terreno sin trazas donde poder contemplar tus huellas una vez estas abajo, vale más que todos los descensos que puedas hacer en un día de pista y no sé porque pero nunca se olvida y hace que seas aun adicto de estos terrenos y una nueva motivación para ir a esquiar.